jueves, 6 de septiembre de 2012

Ciclo Menstrual

La Menstruación







La menstruación (el período) constituye una etapa fundamental de la pubertad en las niñas y es uno de los muchos indicios físicos que señalan que una niña se está convirtiendo en mujer. Y al igual que muchos de los otros cambios asociados con la pubertad, es posible que la menstruación genere confusión en las niñas (y en los varones). Algunas niñas anhelan tener su primera menstruación, mientras que a otras les genera temor o ansiedad. Una gran cantidad de niñas y varones no comprenden exactamente cómo es el sistema reproductor femenino y lo que sucede realmente durante el ciclo menstrual, lo que hace que este proceso parezca aún más misterioso.

La pubertad y el período

Cuando las niñas comienzan a transitar la pubertad (que suele empezar entre los 8 y 13 años), su cuerpo y su mente cambian de muchas maneras. Las hormonas de su organismo estimulan nuevos desarrollos físicos, como el crecimiento y el desarrollo de los senos. Una niña tiene su primera menstruación entre 2 y 2 años y medio después de que los senos han comenzado a desarrollarse.
Alrededor de 6 meses antes de tener su primer período, una niña puede notar la presencia de una cantidad mayor de flujo vaginal transparente. Este flujo es común. No hay motivo para que una niña se preocupe por el flujo, salvo que tenga un olor fuerte o cause picazón.
El primer período recibe el nombre de menarca. La menarca no aparece hasta tanto todas las partes del aparato reproductor de una niña hayan madurado y estén funcionando en conjunto.
Las niñas nacen con ovarios, trompas de Falopio y útero. Los dos ovarios tienen forma ovalada y se ubican uno a cada lado del útero (matriz) en la pelvis, que es la parte más baja del abdomen. Los ovarios contienen miles de huevos u óvulos. Las dos trompas de Falopio son largas y delgadas. Cada trompa de Falopio se extiende desde el ovario hasta el útero, un órgano con forma de pera que se ubica en el medio de la pelvis. Los músculos del útero femenino son fuertes y capaces de expandirse para permitir que el útero aloje al feto en crecimiento y luego ayudan a pujar durante el parto.
A medida que una niña madura e ingresa en la pubertad, la glándula pituitaria libera hormonas que estimulan a los ovarios para que produzcan otras hormonas: estrógeno y progesterona. Estas hormonas influyen de varias maneras en el cuerpo de una niña, tanto en la maduración física como en el crecimiento y las emociones.
Alrededor de una vez por mes, un diminuto óvulo abandona uno de los ovarios -lo que se conoce como "ovulación"- y se desplaza a través de una de las trompas de Falopio hacia el útero. En los días previos a la ovulación, el estrógeno estimula al útero para que se recubra con sangre y tejidos adicionales, de modo que sus paredes se vuelven más gruesas y acolchadas. De esta manera, el útero se prepara para un embarazo. Si el óvulo llega al útero y es fertilizado por un espermatozoide, se adhiere a la pared acolchada del útero, para luego convertirse poco a poco en un bebé.
Por el contrario, si el óvulo no es fertilizado -lo que ocurre en la mayoría de los ciclos mensuales de una joven-, no se adhiere a la pared del útero. Cuando esto sucede, el útero elimina el tejido adicional que recubre su interior. La sangre, el tejido y el óvulo sin fertilizar abandonan el útero y atraviesan la vagina para ser eliminados del cuerpo. En esto consiste el período menstrual. Este ciclo ocurre casi todos los meses durante varias décadas (salvo, por supuesto, cuando la mujer está embarazada) hasta que la mujer llega a la menopausia y sus ovarios ya no liberan óvulos.

¿Con qué frecuencia tiene su período una joven?

Así como algunas niñas ingresan en la pubertad antes que otras, lo mismo ocurre con el período. Algunas jóvenes comienzan a menstruar a la temprana edad de 10 años, pero otras quizá no tengan su primer período hasta que ellas tengan 15 años.
La cantidad de tiempo entre un período y otro se denomina ciclo menstrual (el ciclo se cuenta desde el inicio de un período hasta el inicio del siguiente). Algunas jóvenes tienen ciclos menstruales de 28 días, mientras que otras tienen ciclos de 24, 30 días o más. Después de que menarche, ciclos menstruales duren 21-45 días. Después de que un par de años, los ciclos acorten a una longitud adulta de 21-34 días.
Los períodos irregulares son comunes en las jóvenes que acaban de comenzar a menstruar. El organismo suele tardar algún tiempo en ordenar todos los cambios que están ocurriendo, por lo que una joven quizá tenga un ciclo de 28 días durante dos meses y luego no menstrúe un mes o tenga dos períodos con apenas unos días de diferencia entre uno y otro, por ejemplo. En general, después de algunos meses, el ciclo menstrual vuelve más regular. Sin embargo, muchas mujeres siguen teniendo períodos irregulares cuando ya son adultas.
A medida que una joven crece y sus períodos se acomodan -o ella se acostumbra a su propio ciclo menstrual-, podrá prever cuándo tendrá su próxima menstruación. Mientras tanto, es una idea buena de seguir su ciclo menstrual con un calendario.

¿Cuánto dura y en qué cantidad?

La duración del período también varía. Algunas jóvenes tienen períodos que duran sólo 2 ó 3 días, mientras que otras tienen períodos de 7 días o más. El flujo menstrual -la cantidad de sangre que sale de la vagina- también puede variar mucho entre una mujer y otra.
Algunas chicas pueden preocuparse que ellos pierden demasiado sangre. Puede ser un golpe de ver toda esa sangre, pero es improbable que una chica perderá demasiado, a menos que ella tenga una condición médica como la enfermedad de von Willebrand. Aunque puede parecerse a mucho, la cantidad media de sangre es sólo acerca de 30 mililitros por un período entero. La mayoría de los jóvenes cambiarán almohadillas 3 a 6 veces un día, con cambios más frecuentes cuando su período está más pesado, generalmente en el comienzo del período.
Especialmente cuándo períodos menstruales son nuevos, tu puede estar preocupado por tu riego sanguíneo o si tu período es normal en otras maneras. Hable con un médico o la enfermera si:
  • tu período dura más largo que una semana
  • tu tiene que cambiar su almohadilla muy a menudo (empapando más
    de una almohadilla cada 1-2 horas)
  • tu va más largo que 3 meses entre períodos
  • tu tiene sangrando en medio períodos
  • tu tiene una cantidad excepcional de dolor antes o durante su período
  • tus períodos fueron regulares entonces llegó a ser irregular

Dolores cólicos, síndrome premenstrual y granos

Algunas jóvenes quizá perciban cambios físicos o emocionales durante su período. Los dolores colicos menstruales son bastante comunes; de hecho, más de la mitad de las mujeres que menstrúan manifiestan tener dolores cólicos durante los primeros días de su período. Los médicos consideran que los dolores cólicos son causados por la prostaglandina, una sustancia química que produce la contracción de los músculos del útero.
Según la persona, los dolores cólicos menstruales pueden producir un dolor leve y constante, o uno agudo e intenso, y en ocasiones se sienten en la espalda y los muslos, además de en el abdomen. A medida que la joven crece, estos calambres suelen volverse menos molestos y, en ocasiones, llegan incluso a desaparecer por completo.
Mientras tanto, muchas jóvenes y mujeres toman algún fármaco de venta libre, como ibuprofeno o acetaminofeno, que alivian los calambres menstruales. Darse un baño tibio o aplicar calor en la parte baja del abdomen también sirven para aliviar estos dolores. Además, el ejercicio regular durante el ciclo menstrual ayuda a aliviar los dolores cólicos en algunas mujeres. Si nada de esto funciona, debes consultar a tu médico.
Algunas jóvenes y mujeres se sienten deprimidas o se irritan con facilidad durante los días previos al período. Otras quizá se enojen con mayor rapidez o lloren más de lo habitual. Algunas jóvenes tienen antojo de comer ciertos alimentos. Es posible que estos cambios emocionales se deban al síndrome premenstrual o PMS (por su sigla en inglés).
El PMS se asocia con cambios en las hormonas del organismo. Debido a que los niveles hormonales aumentan y disminuyen durante el ciclo menstrual de la mujer, pueden afectar el modo en que ella se siente, tanto en lo emocional como en lo físico. Algunas jóvenes, además de experimentar sentimientos más intensos de lo habitual, perciben cambios físicos durante su período. Algunas se sienten hinchadas a causa de la retención de líquidos; otras notan que sus senos están hinchados y doloridos, y hay quienes tienen dolor de cabeza.
El PMS suele desaparecer poco después del inicio del período, pero es probable que vuelva a aparecer mes tras mes. Los médicos recomiendan que las jóvenes que padecen el PMS hagan ejercicio para sentirse mejor. Algunas jóvenes notan que limitar el consumo de cafeína alivia el PMS.
Es común que las jóvenes tengan un brote de acné durante algún momento de su ciclo. Esto también se debe a las hormonas. Por suerte, los granos asociados con el período suelen dejar de ser un problema a medida que las jóvenes crecen.

Anestesia en el Parto


ANESTESIA EN EL PARTO

 

Una de las experiencias más gratificantes en la vida de una persona
es el nacimiento de un hijo. Este evento debería ser lo más placentero
y seguro posible, tanto para usted como para su bebé. El médico obstetra,
 el médico anestesiólogo y su matrona desean ayudarle a usted y su
pareja a alcanzar esta meta.

El trabajo de parto es diferente y único en cada mujer. La percepción
del dolor en el trabajo de parto que usted sienta es diferente al que
 pueda sentir otra persona. Esto depende de muchos factores, como el
nivel de tolerancia al dolor, tamaño y posición del bebé, intensidad de las
contracciones uterinas y experiencias de partos anteriores.

Entonces, las decisiones respecto al manejo del dolor de su trabajo de parto
deben ser realizadas especialmente para usted.

Algunas mujeres logran un manejo adecuado del dolor, por medio de
las técnicas de respiración y relajación aprendidas en clases de embarazo.
Pero, para la gran mayoría, dicha técnica es un complemento para lo que
realiza el anestesiólogo.

Hoy en día, las madres optan por un mayor alivio del dolor durante el parto.
 Esto les ayuda para que su experiencia sea más grata.

La anestesia utilizada con más frecuencia es la epidural, que es administrada
por un médico anestesiólogo, en dosis adecuadas a la intensidad del dolor
 y a la etapa de trabajo de parto.

Analgesia y anestesia
La analgesia es el alivio total o parcial de la sensación de dolor. En tanto
, la anestesia implica algo más intenso, como el bloqueo absoluto del dolor
 e incluso de la actividad muscular.

El médico anestesiólogo deberá considerar, además del alivio del dolor,
el estado del bebé, la evolución del trabajo de parto y su condición médica.
 El alivio de su dolor no debe poner en riesgo los otros elementos mencionados.







Para aliviar el dolor existen varias opciones:

Analgésicos: Los medicamentos para aliviar el dolor, que tienen
 diferentes vías de administración, se llaman analgésicos. Éstos pueden
ayudar a que usted soporte mejor el dolor, aún cuando no lo eliminen
 por completo.
Se utilizan en casos específicos y con la debida prudencia, pues la mayoría
de ellos atraviesan la placenta y llegan al niño, provocándole somnolencia
y depresión respiratoria al nacer.

Anestesia local: Cierto tipo de anestésicos pueden ser inyectados en
 la zona perineal (bordes de la vulva) en el momento mismo del parto.
Esto produce anestesia en una pequeña zona, aunque no alivia
el dolor de las contracciones.

Anestesia regional: Se refiere a bloqueos epidurales, espinales o la mezcla de ellos
. El bloqueo epidural puede ser utilizado durante el trabajo de parto y también en una
operación cesárea. El bloqueo espinal se usa, de preferencia, en la operación
cesárea y, en algunas ocasiones, durante el período expulsivo del parto.

Bloqueos regionales

Esta forma de manejar el dolor en el trabajo de parto y en el alumbramiento
es muy popular, dado el confort que provee a la madre. El bloqueo regional
(epidural o espinal) disminuye el dolor de las contracciones uterinas y
la sensación de pujo en el momento del parto, permitiendo así tener
una paciente despierta y cooperadora.

El mejor momento para administrar el bloqueo regional dependerá de
 la presencia de dolor y la indicación médica.

Si la madre solicita un bloqueo regional, el obstetra y el anestesiólogo
evaluarán su situación y le ofrecerán la mejor alternativa para usted, t
omando en consideración su estado médico y el de su bebé.

¿Cómo se realiza un bloqueo epidural?

Este bloqueo es administrado en la parte baja de la espalda,
en el área donde se encuentra la columna vertebral. El anestesiólogo
pone un diminuto tubo plástico, denominado catéter epidural, en el
 espacio epidural para ser usado durante el parto.

Se deja el catéter fijado a la espalda, a través del cual
serán administradas las siguientes dosis de anestesia,
dependiendo de la aparición del dolor.

Por el catéter epidural pueden inyectarse distintos medicamentos que alivien
 el dolor. En caso de practicarse una cesárea, se administrará por el mismo
catéter una dosis de anestesia adicional, necesaria para llevar a cabo esta operación.

¿Cuánto demora el bloqueo epidural en hacer efecto?

Como las drogas epidurales necesitan penetrar en los nervios, el
alivio será gradual y no inmediato. El alivio del dolor ocurre más o
menos a los 10 minutos, desde el momento en que la droga
anestésica ha sido inyectada.

¿Cuán dormido sentirá su cuerpo?

Con el bloqueo usted tendrá alivio de su dolor, pero aún podrá
advertir cierta presión o sensación de contracción. También podrá
darse cuenta cuando es examinada por la matrona o su médico obstetra,
sin que esto sea doloroso o molesto para usted. Dependiendo
de las circunstancias y de la condición de su bebé, el médico anestesiólogo
ajustará el grado de adormecimiento, el que incluso puede ser tan bajo
que le permita caminar en el área de preparto.

¿Cuánto dura el efecto del bloqueo epidural?

Eventualmente, la duración de la analgesia puede extenderse tanto
como sea necesario. Para lograr esto, se utiliza el catéter epidural
previamente insertado, por donde se administran anestésicos
 en forma intermitente o continua.

Inmediatamente después del alumbramiento, éste será removido
y progresivamente, al cabo de algunas horas, su sensibilidad
se recuperará completamente.

¿Cuáles son los riesgos del bloqueo epidural?

Aunque no sean frecuentes, las complicaciones o efectos
secundarios pueden ocurrir, aun cuando usted sea controlada
cuidadosamente. Entre los efectos colaterales más frecuentes se encuentran:

- Prurito (picazón) en la cara y tronco
- Mareos
- Adormecimiento de las extremidades inferiores
- Disminución de la presión arterial

Anestesia para nacimientos por cesárea

En el caso de nacimiento por cesárea, la anestesia epidural,
 espinal o general, puede ser administrada con seguridad.
 La elección de una de ellas dependerá de varios factores,
 incluyendo las condiciones médicas de usted y su bebé.

En caso de cesárea: ¿anestesia espinal o epidural?

En el caso de una cesárea, la anestesia espinal es una excelente
opción. Es rápida, se utilizan bajas dosis de drogas y tiene la
intensidad anestésica suficiente para la operación.

La anestesia epidural, por su parte, es una buena alternativa en
casos en que se pueda prolongar la cirugía, ya que al dejar puesto
un catéter epidural se pueden dar dosis adicionales, prolongando
 la anestesia todo lo que sea necesario.

¿Cuándo se utiliza la anestesia general?

La anestesia general es usada cuando no es posible realizar una
anestesia epidural o espinal, o bien, porque no son las mejores
opciones por razones médicas. Esta anestesia puede ser iniciada
rápidamente y su uso se prefiere para partos urgentes, ya sea vaginal o
por cesárea. La anestesia general es segura para usted y su hijo.

Una de las complicaciones que se puede presentar durante la anestesia
general, se debe a la comida y el líquido en el estómago de la madre,
que eventualmente podrían producir náuseas y vómitos. Es necesario
estar preparados para prevenir una aspiración involuntaria del contenido
 gástrico. Por esto, el anestesiólogo toma precauciones extras y está
permanentemente preocupado por estos imprevistos.

Por ello, recuerde que la embarazada no debe comer o beber nada
después que el trabajo de parto ha comenzado. Algunas veces durante
el trabajo de parto, pequeñas dosis de agua o hielo son permitidos
 con el consentimiento de su médico